Jerez huele a vino. A gloriosos tiempos pasados. La rica industria vinatera, que trajo consigo tanta prosperidad, transformó la fisonomía de la ciudad y convirtió las bodegas en el emblema representativo de la ciudad. Aunque la historia de Jerez y el vino se remonta a la época de los fenicios, ya desde el siglo XIII, ricos comerciantes ingleses, franceses y belgas invirtieron en la industria.
Pero no fue hasta el siglo XIX, cuando apellidos como Gordon, Garvey, Mackenzie, y posteriormente, Warter, Williams, Humbert o Sandeman, entre otros, establecieron sus negocios en la zona, consolidando así la estructura de la industria vinatera moderna tal y como la conocemos hoy.
Tanto el centro de Jerez como en las afueras, hay cientos de bodegas.
Por donde Camines, la ciudad entera huele a vino,
y es que pasear por Jerez es un placer para la vista y el olfato.
¿Porque son las Catedrales del Vino? Se construyen intencionadamente los techos altos porque el calor tiende a subir. Dejando la parte inferior mas fresquita. Los grandes ventanales orientados, para que los vientos de la zona, se lleven ese calor. Ademas la arena de las bodegas se riegan cada dia para dar la humedad suficiente que el vino necesita para su crianza.
Hay un sinfín de bodegas en el centro de Jerez, al cual mas espectacular y para todo tipo de bolsillos. Gonzalez Byass esta bien si lo que deseas es hacer un recorrido rápido, cómodo: ya que uno de los atractivos que ofrecen en su interior es un paseo o visitar la bodega en un trenecito, lo cual es bastante ameno si vamos con niños. La entrada más economica son 12,5 Euros y ofrecen una degustación de 2 copas de vino.
Una de las bodegas que mas me impactó fue Bodegas Tradición. No solo por la calidad de sus vinos (No aptos para cualquier bolsillo) sino por la pinacoteca espectacular que tiene en su interior, explicada y acompañados por el guía fue de las mejores experiencias que podemos hacer en Jerez.
Una bodega espectacular es Fundador de Domecq. De las mas antiguas de Jerez, arquitectonicamente es increible, asi como el ambiente que alli se respira, con esas botas tan extremadamente viejas, firmadas por personalidades, la verdad que es muy bonita y hay zonas que ponen los pelos de punta.
Pero la que mas me gustó de todas, es Bodegas Lustau en calle Arcos. Tanto arquitectonicamente como el trato exquisito, es digno de admirar y elogiar. La calidad de sus vinos también son dignos de mención. No dejeis de probar el Palo Cortado "Peninsula".
Si Buscas una bodega pequeña, familiar, con mucho encanto y muy antigua, recomendamos la Bodega "ALVARO DOMECQ" muy cerca del centro de Jerez. La experiencia es muy agradable y la relacion coste-felicidad compensa.
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